El «Clic» importa más que la verdad
Una nueva forma de consumo
La creciente prevalencia de esta manera de ver las cosas indica que estamos en mitad de un cambio fundamental en los valores del periodismo: un cambio en la forma de consumo. En lugar de fortalecer los vínculos sociales o crear una sociedad informada, o la idea de que las noticias son un bien cívico, una necesidad democrática, crea grupitos que difunden falsedades instantáneas que encajan con sus ideas, reforzando mutuamente las creencias, haciendo que cada uno se atrinchere aún más en esas opiniones compartidas, en lugar de en hechos comprobados.
Pero el problema es que el modelo de negocio de la mayoría de medios digitales se basa en los clics.
Medios de todo el mundo se han dejado llevar por una fiebre de frenéticos anuncios al por mayor para rascar los céntimos de la publicidad digital. (Y no hay mucha publicidad que conseguir: en el primer cuarto de 2016 el 85% de cada dólar gastado en publicidad online en Estados Unidos fue a Google y Facebook. Eso antes iba a los medios.)
En el flujo de noticias del móvil todas las noticias parecen lo mismo, procedan de una fuente fiable o no. Y, cada vez más, fuentes que por lo demás son fiables también publican noticias falsas, engañosas o deliberadamente indignantes. “La búsqueda del clic manda, así que las redacciones publicarán acríticamente algunas de las peores cosas que corren por ahí, lo cual da legitimidad a la inmundicia —dijo Brooke Binkowski, editora de la desacreditada web Snopes, en una entrevista con el Guardian en abril—. No todas las redacciones son así, pero muchas lo son.”
La nueva medida de valor para demasiados medios es la viralidad, en lugar de la verdad o la calidad
Deberíamos tener cuidado de no desdeñar cualquier cosa con un atractivo titular digital como carnaza: los titulares atractivos son buenos si llevan al lector a un periodismo de calidad, sea serio o no. Creo que lo que distingue el buen periodismo del malo es el trabajo: el periodismo que la gente más valora es aquel que muestra que alguien le ha dedicado mucho tiempo, en el que se percibe que el esfuerzo se ha hecho para el lector, sea sobre asuntos grandes o pequeños, importantes o de entretenimiento. Es lo contrario del churnalism2, el reciclaje infinito de las historias de otros para conseguir clics.