mayo 16, 2017

Economía e Inteligencia Artificial

El avance de la inteligencia artificial en la empresa acelera el debate sobre cómo integrar la nueva tecnología para ganar productividad y, al mismo tiempo, generar nuevos empleos

Las ventas de las grupos que desarrollan sistemas cognitivos crecen a un ritmo anual del 55% Esta tecnología es mucho más que robots; abarca desde el coche autónomo hasta la medicina

No es ciencia-ficción; sus efectos ya están aquí. Aún resuenan las palabras del científico y programador Andrew Ng en las aulas de la escuela de negocios de Stanford: “Es la mayor revolución desde la introducción de la electricidad hace 100 años. No veo ningún sector que no vaya a transformar a medio plazo”. Se trata de la inteligencia artificial. Una tecnología que alumbra un floreciente negocio cuyos ingresos crecen a un ritmo anual del 55%.

El dinero llama al dinero y la financiación de proyectos en este campo se ha multiplicado por 8,5 veces desde 2012. Las máquinas que piensan como humanos contribuirán a mejorar la productividad impulsando con ello el crecimiento económico.

La cara b tiene su reflejo en la destrucción de cientos de miles de empleos. En un modelo económico transformado en un juego de suma cero, habrá países y empresas que ganen a costa del resto. De momento, una avanzadilla, liderada por EE UU y sus corporaciones, lleva ventaja en esta transformación.