Europa y EEUU lanzan una colosal carrera para apoderarse de los secretos del cerebro.
Dos proyectos en competición se gastarán más de 3.000 millones de euros en la próxima década para entender, controlar y reproducir los mecanismos del cerebro humano. Ambas iniciativas están dirigidas por neurocientíficos españoles.
Esta es la década de la neurociencia, ya no cabe ninguna duda. Hasta hace unos meses se podía suponer, porque el conocimiento del cerebro se ha convertido en esa “última frontera” de la que se suele hablar a menudo en las noticias científicas. Pero de pronto, la materia gris se ha colocado a comienzos de 2013 en el eje principal de la política científica mundial. EEUU y la Unión Europea quieren poner su bandera en el primer mapa del cerebro, ser los primeros en desentrañar sus secretos, ganar el dinero y el prestigio de los grandes descubrimientos. La carrera está lanzada, durará más de una década y los dos competidores cuentan con carísimos bólidos: 2.300 millones de euros invertirá Washington y más de 1.000 se pondrán en Bruselas.