Alimentación, industria alimentaria y consumidor
En la industria alimentaria, las tecnologías de impresión 3D son ya una realidad, aunque su potencial se desarrollará en los próximos 10 a 20 años, como indica en su artículo Food Ingredients First, a raíz del Where Science Feeds Innovation Symposium del IFT.
En el ámbito industrial nos encontramos requerimientos tanto tecnológicos (modelos de proceso y negocio), como de gestión y relación (cadena), que hacen que la adaptación requiera de una integración global. En el sector cárnico la producción de carne en 3D, que será viable técnicamente y podría suponer un reto competitivo para productores tradicionales de este producto, se encuentra todavía en un estadio más lejano debido a factores como la seguridad alimentaria. En cualquier caso es una solución a considerar seriamente, si tenemos en cuenta las necesidades alimentarias de la población que para 2050 se espera que alcance los 9.6 billones (según Naciones Unidas).
En los hogares el uso de impresoras 3D ya es una realidad, por ejemplo las impresoras para chocolates de Hershey’s o la de Choc Edge. Para el consumidor esta tecnología resulta atractiva ya que permite personalizar el producto con sus propios diseños interactuando con una galería de gráficos 3D mediante su tableta.
Las actuales aplicaciones de las impresoras 3D a la alimentación son muy diversas y variables según el tipo de producto. Desde la impresión de chocolates con superficies que tienen acabados complicados, lo que supone una oportunidad para ofrecer acabados personalizarlos, factor diferencial en este sector; hasta la impresión de comida con ingredientes propios como en el caso de Foodini de Natural Machines ganadora del premio Bta.Emprende 2015
Atendiendo a grupos poblacionales, como comentábamos en al artículo anterior sobre personalización de producto, los Millennials comparten cada vez más contenido en redes sociales buscando que sea de mayor originalidad, lo que hace que sea más deseable compartir productos personalizados, que en este caso pueden diseñar y producir ellos mimos. Se trata de un recurso para este grupo poblacional, mediante el cual pueden obtener una gratificación por la instantaneidad.
Con respecto a la tercera edad, el Proyecto Performace – PERsonalised FOod using Rapid MAnufacturing for the Nutrition of elderly ConsumErs, tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas de la tercera edad ofreciendo un nuevo concepto de nutrición personalizada, que satisfaga las necesidades de personalización y contribuya a abordar las dificultades para masticar y tragar.
En el sector de la distribución, se está considerando la adopción de esta tecnología. En Alemania, experimentan con el software Doodle3D para ofrecer a los clientes la posibilidad de que decoren (y personalicen así) su propio producto.
Las impresoras 3D también están siendo de aplicación para fabricar envases inteligentes. La impresión de circuitos electrónicos o sensores inalámbricos para tapones de envases para leche permiten detectar los cambios en las señales eléctricas que acompañan el incremento de los niveles de bacterias.